
Mientras su madre se quemaba al sol, el niño alérgico a la sal miraba al mar... Buceaba con los ojos. Se imaginaba sin camisa ni extremidades, sin nariz ni pantalón, y dibujaba un pez. Se zambulló sin aguantar la respiración.
Hay cuentos sin final, y el que no quiera escuchar, nunca sabrá si ha perdido el valor de preguntar...
1 Gritos al vacío :
He estado leyendo otros textos tuyos y me sorprenden tu capacidad poética y la manera que tienes de crear historias tan bellas en tan pocas líneas.
Besos de neón.
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lugares donde gritar.