martes, 14 de septiembre de 2010
¿A quién le puede importar, después de muerto, que uno tenga sus vicios?
Para que mis allegados, condenados a un ingrato futuro, no sufran lo que he sufrido he decidido no dejarles ni un duro, sólo derechos de amor, un siete en el corazón y un mar de dudas...
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 Gritos al vacío :
Publicar un comentario
lugares donde gritar.